domingo, 4 de septiembre de 2016

El mejor regalo para mi hija

La maternidad me ha enseñado muchas cosas, me ha abierto los ojos en algunos momentos y me ha hecho recapacitar sobre mi vida, como a muchas otras madres.

Jugaba con una gran ventaja. Sabía que esto podía ocurrir.

Siempre soñé con una excedencia de 2 o 3 años, pero ahora que soy madre, paso. Y cuando digo paso, digo que no me apetece nada. No me apetece estar dos años más cuidando de mi hija. Ahora explico el por qué…

La etapa 0-3 siempre la he considerado la más importante en nuestras vidas, junto a la adolescencia. Por ello, siempre tuve claro que cuando fuera madre intentaría pasar el máximo de tiempo posible durante sus primeros 3 años de vida.

Por eso, mucho antes de estar embarazada teníamos claro que pediría una excedencia durante al menos el primer año, para luego ampliarla. El hecho de avanzarnos prematuramente a ciertos acontecimientos tiene sus pros y sus contras. Por un lado, puede que las circunstancias cambien y la planificación que te hayas imaginado no pueda ser posible y te frustres; pero por otro lado, la organización y la reflexión mucho antes de que todo ocurra, te ayuda a aclarar mejor las ideas, a informarte, etc…. En nuestro caso, jugó a nuestro favor ya que durante unos años pudimos planificar la logística y economía de casa para poder pedir la excedencia.

El caso es que justo hace un año me tocaba incorporarme al trabajo y como ya habíamos planeado, pedí una excedencia para el cuidado de mi hija que entonces tenía 4 meses y medio. Mia todavía era un bebé,  yo daba el pecho a demanda y era inconcebible el pensar que en ese mismo momento debería de empezar a trabajar y dejar mi hija a cargo de otra persona. Que por otro lado no teníamos (ni tenemos) ayuda. Los cuatro abuelos trabajan. No me podía imaginar cómo había familias que debían de pasar por ese mal trago de dejar a sus bebés en a cargo de un cuidador (tios, abuelos, canguros, o en escoles bressol).

La cosa es que el año de excedencia ha pasado volando, más bien ha sido fugaz, como un suspiro. 
Aunque hayamos hecho de todo y más. Ha pasado muy muy rápido.

Hemos ido al Espai Familiar, a la ludoteca y  a bares familyfriendly.

Hemos hecho viajes en familia. Más de los que me podía imaginar.

Hemos ido a la playa y a la montaña. Y ha sido increíble.

Hemos ido al mismo parque mogollón de días y hemos descubierto 10 más.

Hemos hechos picnics con amigos. Y también  Mia y yo solitas

Hemos paseado mucho. Muchísimo. En portabebé, en carro, andando y en brazos.

Hemos ido de compras y de rebajas. Y ha sido un tormento. Lo juro

Hemos ido de cumples, de barbacoas y de cenas.

Hemos celebrado la Navidad, el Carnaval, Sant Jordi y San Juan. Ha sido divertido y emocionante

Hemos hecho BLW los días que nos ha dado la gana.

Nos hemos levantado sin despertador todos los días. Slow total. Sí, puro placer.

Hemos podido almorzar sin prisas. Y viendo amanecer desde la terraza. Y cómo no, Mia saludaba cada día a los pájaros

Hemos descubierto juntas los rincones de la casa. Yo redescubierto.

Hemos hecho siestas, siestorras y no-siestas. ¡Ha sido lo más!

Hemos hecho más de 7.000 fotos. En serio. Tengo un problema con las fotos y con el almacenamiento en el mvl.

Nos hemos hecho selfies en el césped, en la arena y en la tierra.

Nos hemos ensuciado y nos hemos duchado en familia

Cuando la paciencia se empezaba a agotar, hemos delegado en la familia.

Hemos tomado muchas decisiones. Y la gran mayoría, buenas.

Hemos estado noches despiertas. Con llantos, cambios de pañal, pecho, más pecho...

Hemos estado en tus primeras carcajadas

Hemos visto asomar tus primeros dientecillos (o dientazos xD)

Te hemos visto gatear sin parar. Y nosotros hemos gateado contigo.

Te hemos acompañado en tus primeros pasos

Hemos escuchado tus primeras palabras

Hemos observado tus primeras relaciones entre iguales

Hemos ido de conciertos y de escapadas rurales

Nos hemos tirado en trineo

Hemos descubierto nuevas olores, nuevas texturas y nuevos sabores

[…]


Hemos disfrutado de cada instante, hemos intentado divertirnos siempre y sobretodo, hemos aprendido MUCHO. LOS TRES.
Pero lo que hemos hecho sobretodo, ha sido conocernos y ahora sí, ser una familia.

Y sin querer, hemos cambiado.
Hemos cambiado sin quererlo. Nuestros pensamientos, nuestras prioridades, nuestros sueños…

Y mira por dónde aquella idea tan clara que teníamos de estar los 2-3 primeros años de vida  de excedencia al cuidado de Mia, se ha desvanecido poco a poco.

Ha sido un año muy muy intenso y no nos arrepentimos de nada de ninguna decisión. Al contrario, estamos muy agradecidos de todo lo vivido… y muy ilusionados por todo lo que nos queda por vivir.
La excedencia, sin duda alguna y por el momento, ha sido el mejor regalo que le hemos podido regalar a nuestra hija, pero la excedencia de mami termina aquí.

Le hemos ofrecido lo más valioso de este mundo: cuidados, tiempo, amor, experiencias,…

Pero siendo sinceros, me encantar saber que voy a  volver al trabajo.

Me gusta mi “yo” currante. Me entusiasma volver a pillar la moto y olvidarme de todo mientras conduzco. Me muero de ganas de saber qué niñxs y familias voy a tener este año en el trabajo.
Me gusta la idea de reencontrarme con los compañeros de trabajo y con algunas amigas.
Y sobretodo…. ¡Me gusta mi trabajo!

Me encanta lo que hago y puede que eso también influya en mis ganas de volver.


Sigo pensando que la etapa 0-3 es la más importante en nuestras vidas y que la escola bressol no es el mejor sitio para un bebé (excepto algunos casos…). Pero sigo fiel a mis ideas. 
Mi hija pasará menos tiempo conmigo del que hasta ahora, pero se quedará con su abuela y con su papi mientras yo no esté. Y sé que estará en las mejores manos. Mi madre no sabe quién es Montessori ni Pickler, pero no importa. El amor está por encima. Y con eso basta. Y también sé que papi estará deseando que llegue a casa después de trabajar, pero también sé que yo tendré unas ganas terribles de achucharla y no soltarla. Así que quedará compensado xD

Ahora sí que empezaré a vivenciar la famosa y temible “conciliación familiar-laboral” y voy a ver qué tal me las apaño… Aunque ya os digo que me incorporo a media jornada (que ya es un qué).




Así que…
A todas aquellas mamis que se incorporen después de una baja maternal/excedencia/paro al mundo profesional, os mando muchos ánimos.

Aquellas mujeres que quieran ser madres algún día, que sepáis que la guardería no es la única opción. Que puedes hacer mogollón de cosas con tu bebé y será igual de normal que los niños que van a la guarde.

Aquellas futuras mamis que estén en búsqueda o que están embarazadas, pensarlo. La excedencia es el mejor regalo que le puedes dar a tu bebé. No te arrepentirás.

Y a las familias que ya os habéis incorporado al trabajo, contarme ¿cómo ha ido?, ¿Ha sido más fácil de lo que esperabais?,  ¿Algún consejillo?


Y solo me queda decir....

¡Bienvenido septiembre!


P.D: El mejor regalo que puedo ofrecerle a mi hija, es un hermano/a, pero por el momento no entra en nuestros planes, por eso, y hasta ahora, la excedencia ha sido el mejor regalo para ella. xD capichiii?


Paz y amor