La maternidad me ha
enseñado muchas cosas, me ha abierto los ojos en algunos momentos y me ha hecho
recapacitar sobre mi vida, como a muchas otras madres.
Jugaba con una gran
ventaja. Sabía que esto podía ocurrir.
Siempre soñé con una
excedencia de 2 o 3 años, pero ahora que soy madre, paso. Y cuando digo paso,
digo que no me apetece nada. No me apetece estar dos años más cuidando de mi
hija. Ahora explico el por qué…
La etapa 0-3 siempre la
he considerado la más importante en nuestras vidas, junto a la adolescencia.
Por ello, siempre tuve claro que cuando fuera madre intentaría pasar el máximo
de tiempo posible durante sus primeros 3 años de vida.
Por eso, mucho antes de
estar embarazada teníamos claro que pediría una excedencia durante al menos el
primer año, para luego ampliarla. El hecho de avanzarnos prematuramente a
ciertos acontecimientos tiene sus pros y sus contras. Por un lado, puede que
las circunstancias cambien y la planificación que te hayas imaginado no pueda
ser posible y te frustres; pero por otro lado, la organización y la reflexión
mucho antes de que todo ocurra, te ayuda a aclarar mejor las ideas, a
informarte, etc…. En nuestro caso, jugó a nuestro favor ya que durante unos
años pudimos planificar la logística y economía de casa para poder pedir la
excedencia.
El caso es que justo hace
un año me tocaba incorporarme al trabajo y como ya habíamos planeado, pedí una
excedencia para el cuidado de mi hija que entonces tenía 4 meses y medio. Mia todavía
era un bebé, yo daba el pecho a demanda
y era inconcebible el pensar que en ese mismo momento debería de empezar a trabajar
y dejar mi hija a cargo de otra persona. Que por otro lado no teníamos (ni
tenemos) ayuda. Los cuatro abuelos trabajan. No me podía imaginar cómo había
familias que debían de pasar por ese mal trago de dejar a sus bebés en a cargo
de un cuidador (tios, abuelos, canguros, o en escoles bressol).
La cosa es que el año de
excedencia ha pasado volando, más bien ha sido fugaz, como un suspiro.
Aunque hayamos hecho de todo y más. Ha pasado
muy muy rápido.
Hemos ido al Espai
Familiar, a la ludoteca y a bares
familyfriendly.
Hemos hecho viajes en
familia. Más de los que me podía imaginar.
Hemos ido a la playa y a
la montaña. Y ha sido increíble.
Hemos ido al mismo parque
mogollón de días y hemos descubierto 10 más.
Hemos hechos picnics con
amigos. Y también Mia y yo solitas
Hemos paseado mucho.
Muchísimo. En portabebé, en carro, andando y en brazos.
Hemos ido de compras y de
rebajas. Y ha sido un tormento. Lo juro
Hemos ido de cumples, de
barbacoas y de cenas.
Hemos celebrado la
Navidad, el Carnaval, Sant Jordi y San Juan. Ha sido divertido y emocionante
Hemos hecho BLW los días
que nos ha dado la gana.
Nos hemos levantado sin
despertador todos los días. Slow total. Sí, puro placer.
Hemos podido almorzar sin
prisas. Y viendo amanecer desde la terraza. Y cómo no, Mia saludaba cada día a
los pájaros
Hemos descubierto juntas
los rincones de la casa. Yo redescubierto.
Hemos hecho siestas,
siestorras y no-siestas. ¡Ha sido lo más!
Hemos hecho más de 7.000
fotos. En serio. Tengo un problema con las fotos y con el almacenamiento en el
mvl.
Nos hemos hecho selfies
en el césped, en la arena y en la tierra.
Nos hemos ensuciado y nos
hemos duchado en familia
Cuando la paciencia se
empezaba a agotar, hemos delegado en la familia.
Hemos tomado muchas
decisiones. Y la gran mayoría, buenas.
Hemos estado noches
despiertas. Con llantos, cambios de pañal, pecho, más pecho...
Hemos estado en tus
primeras carcajadas
Hemos visto asomar tus
primeros dientecillos (o dientazos xD)
Te hemos visto gatear sin
parar. Y nosotros hemos gateado contigo.
Te hemos acompañado en
tus primeros pasos
Hemos escuchado tus
primeras palabras
Hemos observado tus
primeras relaciones entre iguales
Hemos ido de conciertos y
de escapadas rurales
Nos hemos tirado en
trineo
Hemos descubierto nuevas
olores, nuevas texturas y nuevos sabores
[…]
![]() |
Hemos disfrutado de cada
instante, hemos intentado divertirnos siempre y sobretodo, hemos aprendido
MUCHO. LOS TRES.
Pero lo que hemos hecho
sobretodo, ha sido conocernos y ahora sí, ser una familia.
Y sin querer, hemos
cambiado.
Hemos cambiado sin
quererlo. Nuestros pensamientos, nuestras prioridades, nuestros sueños…
Y mira por dónde aquella
idea tan clara que teníamos de estar los 2-3 primeros años de vida de excedencia al cuidado de Mia, se ha desvanecido
poco a poco.
Ha sido un año muy muy
intenso y no nos arrepentimos de nada de ninguna decisión. Al contrario, estamos
muy agradecidos de todo lo vivido… y muy ilusionados por todo lo que nos queda
por vivir.
La excedencia, sin duda
alguna y por el momento, ha sido el mejor regalo que le hemos podido regalar a
nuestra hija, pero la excedencia de mami termina aquí.
Le hemos ofrecido lo más
valioso de este mundo: cuidados, tiempo, amor, experiencias,…
Pero siendo sinceros, me
encantar saber que voy a volver al
trabajo.
Me gusta mi “yo”
currante. Me entusiasma volver a pillar la moto y olvidarme de todo mientras
conduzco. Me muero de ganas de saber qué niñxs y familias voy a tener este año
en el trabajo.
Me gusta la idea de
reencontrarme con los compañeros de trabajo y con algunas amigas.
Y sobretodo…. ¡Me gusta
mi trabajo!
Me encanta lo que hago y
puede que eso también influya en mis ganas de volver.
Sigo pensando que la
etapa 0-3 es la más importante en nuestras vidas y que la escola bressol no es
el mejor sitio para un bebé (excepto algunos casos…). Pero sigo fiel a mis
ideas.
Mi hija pasará menos tiempo conmigo del que hasta ahora, pero se quedará
con su abuela y con su papi mientras yo no esté. Y sé que estará en las mejores
manos. Mi madre no sabe
quién es Montessori ni Pickler, pero no importa. El amor está por encima. Y con
eso basta. Y también sé que papi estará deseando que llegue a casa después de
trabajar, pero también sé que yo tendré unas ganas terribles de achucharla y no
soltarla. Así que quedará compensado xD
Ahora sí que empezaré a
vivenciar la famosa y temible “conciliación familiar-laboral” y voy a ver qué
tal me las apaño… Aunque ya os digo que me incorporo a media jornada (que ya es
un qué).
Así que…
A todas aquellas mamis
que se incorporen después de una baja maternal/excedencia/paro al mundo
profesional, os mando muchos ánimos.
Aquellas mujeres que
quieran ser madres algún día, que sepáis que la guardería no es la única
opción. Que puedes hacer mogollón de cosas con tu bebé y será igual de normal
que los niños que van a la guarde.
Aquellas futuras mamis
que estén en búsqueda o que están embarazadas, pensarlo. La excedencia es el
mejor regalo que le puedes dar a tu bebé. No te arrepentirás.
Y a las familias que ya
os habéis incorporado al trabajo, contarme ¿cómo ha ido?, ¿Ha sido más fácil de
lo que esperabais?, ¿Algún consejillo?
Y solo me queda decir....
¡Bienvenido septiembre!
P.D: El mejor regalo que puedo ofrecerle a mi hija, es un hermano/a, pero por el momento no entra en nuestros planes, por eso, y hasta ahora, la excedencia ha sido el mejor regalo para ella. xD capichiii?
Paz y amor