Es curioso, pero
muchísimas veces me han hecho esta pregunta: “¿qué tal es parir en casa?” y mi
respuesta siempre es la misma “MUY BIEN” con toda la cara de felicidad. Puede
que mi respuesta esté condicionada a que parir en casa fuera uno de mis sueños,
por fin cumplido.
Mis ganas de querer parir
en casa comenzaron cuando realice la formación de doula en el año 2010-11. Toda
aquella información tan valiosa que recibí fue haciendo huella en mí. Recuerdo
que Axel me recogía cuando terminaba la formación y de camino a casa le soltaba
todo el rollo a él, más bien vomitaba toda la información a saco… y parece que
en él también hizo huella xD Durante los siguientes años la idea de parir en
casa se hizo más fuerte, ya que nos encontrábamos constantemente con
amigos/familiares cercanos con muy malas experiencias en los hospitales. Así
fue, como mucho antes de quedarme embarazada ya decidimos que si teníamos
hijxs, los tendríamos en nuestro hogar.
El caso es que parir en
casa se aleja bastante de la idea que nos podemos hacer en un principio.
Mucha gente, incluida yo
hace un tiempo, pensaba que parir es o
tiene que ver con (la idea más extendida): sangre, dolor, nervios,
ayuda de profesionales, medicamentos, hospital, epidural, correas, oxitocina
sintética, control, cesàrea, tactos, ginecólogo… Cuando en realidad es o tiene
que ver con: impás, tiempo, acompañamiento, silencio, ternura,
respeto…
También imaginaba una
ambulancia esperando en la calle, delante de la portería. xD jaja ¡Para nada!
Las ambulancias están para emergencias y urgencias de primera necesidad, no un
simple parto que puede durar horas.
Por otro lado, las
necesidades que tiene una parturienta también cambian en función de lo que uno
cree. Me explico, para mí por ejemplo,
las necesidades primordiales durante un parto son (independientemente de si
pares en hospital o en domicilio): cercanía de tu pareja y de los profesionales
que te acompañan, sentirse a gusto, estar tranquila, segura y cómoda. Para mí,
todo esto solo podía darse en casa. Otra persona puede que solo se sienta
segura en el hospital y es allí donde se encuentre más cómoda y segura, pues
adelante, cada una ha de buscar su lugar.
Al hilo, que me voy del
tema… parir en casa no es más que montar una piscina en alguna estancia (si se
desea, claro), en nuestro caso fue en el comedor por espacio; también que tu
pareja y las comadronas se encarguen de todo mientras tú estás metida en
trabajo de parto y eso incluye: que te cuiden como una reina en todo momento,
que no te preocupes por nada, que no tengas que dar explicaciones de cómo
quieres parir (ya que se ha podido tratar previamente en el embarazo), que
elijas dónde y cómo quieres estar; libertad de movimiento…
En definitiva, poder dar
la bienvenida al mundo a tu hijx en su propio hogar, su casa.
en pleno trabajo de parto
Si tienes sed, bebes agua
de tus propios vasos, si tienes hambre abres tu despensa, ti te apetece tirarte
al suelo a hacer la croqueta, lo haces, si te apetece ducharte lo haces también, si te
apetece poner música relajante, pues también, si te apetece hacerte la manicura
te la haces y si te apetece dormir en tu camita pues también!! ¿qué más se puede pedir?
¿Miedo? Durante el parto nunca
tuve. Puede que por el mero hecho de sentirme segura y confiada, por poder
decidir en todo momento que es lo que quería hacer, por sentirme escuchada,
querida y mimada. Por tener mi pareja en todo momento a mi lado dándome ánimos
y ayudando en todo. Por saber que soy capaz de eso y mucho más. Durante el embarazo
y sobretodo en el último trimestre, sí que tuve miedo cuando pensaba “y si no
lo aguanto? Y si acabo en hospital pq no aguanto el dolor?” pero cuando ya
estuve de parto ni se me pasó por la cabeza “abandonar” y eso que fue muyyyyyy
largo o al menos me pareció a mí xD
El caso es que parir en
casa mola, al menos nuestra experiencia fue buena y sobretodo, BONITA.
Pero es
una opción más dentro de tantas… No es ni mejor ni peor, simplemente una más (la más cara por cierto).
En el próximo post os
explicaré con pelos y señales como fue transcurriendo todo el parto. Antes de
quedarme embarazada me encantaba ver vídeos en youtube de partos naturales y de
leer crónicas de partos en casa, así que después de tanto… ¡Por fin puedo
escribir la mía propia! iujuuu